...Y el ser humano no por haber tropezado más veces escarmienta.
Ni aunque se haya estampado contra el suelo...
Después, vuelve a tomar el mismo camino y tropieza otra vez.
Por lo tanto, tú mismo decides si te quieres tropezar una y otra y otra y otra vez...a mí me pasó, le cogí apego a una bonita piedra. Es jodido en realidad, ya sabes... son frías y duras, no se relacionan mucho, apenas tienen criterio... era bonita pero, ¿qué aportaba aquella piedra a mi vida?(aparte de golpes causados por las caídas que me originaba; claro, era una piedra un tanto grande y pesada, muchas veces me costaba tirar de ella todo el tiempo y tenía que volver a recogerla). Más de una vez me vi obligado a deshacer dicho camino, ya que me di cuenta de que aquella <<relación>> era algo imposible. Sin embargo ya alejado de aquella sufrida piedra y sintiéndome realizado por fin en mi vida, elegí otra vez un sendero que me llevaría a aquel inevitable encuentro.
La última vez no tropecé... simplemente vi la clara gilipollez que estaba haciendo al optar una vez más por aquella triste vía, simplemente porque allí había un pedrusco que llamaba mi atención. Viendo por fin la claridad en mi mente, pude reparar en que tenía un complicado problema mental y que su única solución sería olvidar todas las sendas en las que estuviera ese peñasco.
Cogí todos esos recuerdos en mi mente, los lié y me los fumé.
Y también me fumé un puntero de Amnesia Haze que tenía una pinta sencillamente increíble.
Y acepté, por fin comprendí, y seguí mi propia avenida invadida de árboles y plantas, playas jamaicanas, cargada de humos, olores, colores y arena blanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario